Nosferatu es uno de esos pilares ineludibles del género de terror. La obra cumbre del expresionismo alemán dotó al mito del vampiro de su representación física por primera vez, e incluso aportó elementos al mismo como a muerte por luz solar, que no se encontraban presentes en la obra original de la que bebía, Drácula. Por todo esto y mucho más, se trató de una terrorífica innovación conviertiéndo pesadillas en realidades.
El eco de la proeza de Murnau se lleva escuchando décadas en el cine, tanto es así que ya en los 70, Werner Herzog se atrevió a dirigir su propia versión, la del magnifico y siempre excéntrico Klaus Kinski en el papel de conde.
Pero la versión que tuve la oportunidad de ver la otra noche en el cine es la realizada por Robert Eggers, el chaval es un valiente la verdad. Me ha encantado, vaya por delante esta frase y así ahorramos tiempo a esas personas que solo quieren leer titulares y saber si es necesario seguir leyendo o no (las personas normalmente solo leen artículos que refuercen su propia visión, todo lo demás es discutir con uno mismo). El cine de Eggers (por favor, ved su filmografía, no tiene desperdicio) mantiene un equlibrio muy controlado entre el cine de autor y el cine comercial. Él sabe que para "vivir bien" en esto del cine, no hay que limitarse al éxito intelectual, por eso tiene de productor a Chris Columbus, un tipo que es un artesano del cine de Hollywood y sabe como editar una cinta sin caer en el sopor ni en la pedantería. Un equilibrista.
Dicho esto, las comparaciones son odiosas, y Nosferatu estará todo el tiempo viéndose sometida al escrutinio comparativo con obras como el Nosferatu original o el Drácula de Coppola ¿Lo ideal? Analizar cada una de estas cintas de modo independiente, aunque claro, las referencias están ahí, así que es el propio Eggers el que lo pone difícil, obviamente él es consciente de que las comparaciones tendrán lugar, y entra al trapo, yo solo diré que las tres son brillantes y mantienen el estilo personal de sus respectivos autores, todos ganamos con la diversidad cinematográfica.
En el apartado dramático, las actuaciones son verdaderamente excelentes, mención esecial para Lily-Rose Depp y Bill Skarsgård que tienen una capacidad sobrenatural para secuestrar la atención del espectador cuando están presentes en la pantalla. Se ven ayudados en esta tarea por una cinematografía que bebe de lo sublime, de un esteticismo sensual que eleva a los actores del plano terrenal al artístico, Eggers es un maestro de la composición, y sabe de cine, se ven las claras influencias, no solo de los gigantes que le preceden en el séptimo arte si no de movimientos artísticos como el romanticismo alemán, y pintores como Caspar David Friedrich cuya influencia se deja notar en el metraje. De verdad, solo por el desfile de imágenes preciosas que se van a desplegar ante tus ojos ya merece la pena asistir a este espectáculo.
No voy a destripar aquí el diseño del conde, pero solo diré que probablemente sea la representación más fiel a la novela de Stoker que se haya adaptado al cine.
Poco más que decir sin hacer spoilers. Es una buena película, para los fans tradicionales del terror (los vagos) hay una tendencia en denostar lo que se llama ultimamente el "elevated horror" o "art horror" no sé si Nosferatu podría entrar dentro de esta categoría, pienso que sí, pero creo que despreciar un tipo de cine simplemente porque algunos directores quieran ir un poco más haya del mero hecho de causar terror, es una soberana estupidez, puede ser que haya algún director pedante, el cine es un mundo de egos, es normal. Pero creo que hay que valorar que haya personas que quieran ir un poco más allá en un género que la verdad, a pesar de que yo lo ame profundamente, ha producido unas mierdas acojonantes en cadena en mucha mayor cantidad que otros géneros. Así que bienvenidos los jóvenes directores que quieran dignificarlo, no son ínfulas, es cine. Por cierto ¿"El Resplandor" de Kubrick si se hiciese hoy seria también "art horror"? ¿Y 2001 Odisea en el espacio "art science fiction"? Creo que se me entiende.